jueves, 16 de julio de 2015

RESUMEN

Investigaciones científicas han aportado nuevos antecedentes sobre el ascenso del nivel de los océanos post glaciación, los que produjeron enormes inundaciones, dando origen al Mar Muerto y al Golfo Pérsico. Se ha constatado también que las primeras construcciones, como Gobekli Tepe (Turquía), tienen más de 12.600 años a.p., y que en esa época los lugares donde fueron establecidas, hoy desiertos, se caracterizaban por su abundancia de ríos, humedales, fauna y vegetación. También el avance y retroceso de glaciares muestran una realidad distinta respecto de las teorías aceptadas hasta hace poco al respecto, junto con las fluctuaciones del clima y la presencia o ausencia de flora y fauna en amplios territorios del planeta. Se está reinterpretando también la forma como aconteció el poblamiento humano en América del Sur, donde Monte Verde (Chile) ha superado todas las teorías hasta ahora conocidas. El conocimiento generado en Europa, que indicaba la presencia del hombre de las cavernas a inicios del Holoceno, contrasta con los antecedentes provenientes de Asia Menor que muestran la existencia de ciudades para la misma época. En base a estos nuevos antecedentes se analiza las condiciones climáticas que existían en épocas pretéritas en el territorio que ocupa Chile, contrastándola con la nueva información que ha surgido para el hemisferio norte, con el propósito de disponer de tendencias de largo plazo que permitan una mejor interpretación de los fenómenos climáticos y sus consecuencias.

ABSTRACT

Scientific researches had contributed new data about oceans level access post glaciation, process which give rise to the Dead Sea and the Persian Gulf by the generation of huge flooding in those areas. It’s been proof that the first constructions, such as Gobekli Tepe (Turkey), are traced 12.600 b. C., at that time this constructions where built in places feel with rivers, wetlands, wildlife and vegetation, not deserts as exist now. Also, the advance and retreat of glaciers shows a different reality with respect to recently existing theories, along with climate fluctuations and the presence or absence of wildlife in large areas. It also has been reinterpreted the global settlement theory in South America, where Monte Verde (Chile) has surpassed all existing theories. Knowledge generated in Europe indicate early Holocene caveman presence, contrasting with Minor Asia background from showing existence of cities from the same period. Based on this new information, past weather conditions that existed in Chile is analyzed by opposed it with new information that has emerged for the northern hemisphere, in order to have long-term trends that enable better interpretation of climatic phenomena and their consequences.



INDICE

EFECTOS DE LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS EN EL TERRITORIO ACTUAL DE CHILE


INTRODUCCIÓN

El mayor problema que enfrenta la humanidad en la actualidad es el cambio climático, fenómeno respecto del cual se realizan numerosas acciones para enfrentarlo, lo que demanda recursos de todo tipo. Las iniciativas más importantes son promovidas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y están relacionadas con lograr una disminución de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), siendo los principales las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano (NH4).

El cambio climático es también el origen de desastres naturales ya que se ha identificado que afecta la regularidad de las precipitaciones y cantidad de agua caída, originando inundaciones, aluviones, sequías, incrementando el efecto de tormentas y otros fenómenos climáticos. Uno de las consecuencias más dramáticas del cambio climático es el derretimiento de los hielos de los polos y el retroceso de los glaciares. Estos dos últimos fenómenos determinan un ascenso en el nivel de océanos y mares.

Numerosos científicos que son detractores del cambio climático en la forma como lo presentan los organismos gubernamentales multilaterales, argumentan que el cambio climático es un fenómeno que se explica considerando numerosos procesos naturales, por lo que el efecto de las emisiones de gases de efecto invernaderos a la atmósfera corresponden tan solo a un aspecto puntual del mismo fenómeno, por lo que las medidas que se están adoptando no serían absolutamente correctas.

Parece interesante entonces analizar la información disponible con la finalidad de conocer las distintos causas que explican el cambio climático, en una escala de tiempo más larga, que permita la identificación de tendencias en el comportamiento del clima, en base al estudio de los efectos y alcances de los fenómenos climáticos ocurridos con anterioridad en el planeta. Parece interesante también conocer las tendencias climáticas en los distintos territorios del planeta y si éstas tienen relación entre ellas.

En la última década han sido publicados diversos estudios que nos permiten diferenciar la situación vivida en Europa y en los trópicos por el Homo Sapiens durante el Holoceno. Efectivamente, Europa que estaba cubierta en gran parte por glaciares muestra los registro que el hombre primitivo dejó en cavernas. En el mismo período, en zonas de mejor clima, sin presencia de glaciares, ya existían complejas construcciones.

Debemos tener presente que esta es la primera vez que la humanidad experimenta, conoce y documenta el ciclo completo de una glaciación.


OBJETIVOS

 
1. Identificar los principales cambios en el clima ocurridos en el hemisferio norte y en los Andes Occidentales a partir del último Máximo Glacial.
2. Definir similitudes entre las etapas climáticas identificadas en el hemisferio norte y los fenómenos climáticos identificados para el hemisferio sur.
3. Identificar las tendencias en la disponibilidad de recursos naturales renovables en Chile bajo los efectos del cambio climático.

MÉTODO

Este trabajo busca responder a las siguientes preguntas ¿el clima del planeta siempre ha sido estable o se caracteriza por pasar por épocas cálidas y épocas frías alternadamente? ¿estamos en un período del que no tenemos información o las características del clima global son aspectos conocidos que se repiten en el tiempo?

Los numerosos estudios que abordan la identificación de las características del clima en épocas pretéritas para la zona europea, norte de África y Asia Menor, han hecho posible disponer de un continuo de información sobre esta materia, desde muy antiguo hasta la época actual, en especial la identificación de lo ocurrido con el clima desde el último Máximo Glacial hasta la fecha. La identificación de las clasificaciones que se han utilizado para los territorios señalados es un aspecto fundamental para el desarrollo de este trabajo.

Existen numerosos estudios realizados a partir del año 2000 que han permitido dar una nueva mirada a los acontecimientos ocurridos en el planeta a partir del último máximo glacial, sobre todo aquellos de tipo arqueológicos realizados en Asia Menor y de análisis de núcleos de hielo realizados en el ártico, los que han arrojado luces respecto de lo ocurrido con el clima en épocas pretéritas, generando información valiosa que arroja luces respecto de diferentes etapas climáticas.

La clasificación de períodos climáticos que se identifique para el hemisferio norte será contrastada con la información científica que se ha generado para la zona occidental de la Cordillera de los Andes, entre los paralelos 18° a 56° S, que comprende el territorio actual de la República de Chile, buscando establecer coincidencias y divergencias climáticas para los distintos períodos establecidos. De esta forma será posible conocer de manera amplia los cambios que han ocurrido en el clima de nuestro país, si éstos cambios fueron de alcance local solamente o global, y los efectos que ha tenido sobre la flora, fauna y ocupación humana.


VARIACIONES CLIMÁTICAS OCURRIDAS EN EL HEMISFERIO NORTE DESDE EL ÚLTIMO MÁXIMO GLACIAL (20.000 años AP).


Uno de los antecedentes más conocidos y al mismo tiempo más ignorado respecto de los cambios del clima en el planeta radica en la forma como se realizó el poblamiento de América. La teoría más aceptada señala que los primeros pobladores de América fueron cazadores paleomongoloides asiáticos que ingresaron por el estrecho de Bering a finales de la glaciación Winsconsin, hace 10.000 años a.p. Pero es necesario dar una doble mirada a este planteamiento realizado en 1908 por el antropólogo Alex Hrdlicka, ya que subyace en su enunciado el hecho de que hace 10.000 años a.p. el estrecho de Bering estaba congelado, hielo que con el paso de los años se ha ido derritiendo.

Esta teoría indica que los cazadores asiáticos de hace 10.000 años a.p. pasaron el estrecho de Bering caminando. Alex Hrdlicka supuso también que habían cruzado en balsas. En la actualidad se acepta que el cruce si hizo caminando, pero no sobre hielo, sino por el Itsmo de Beringia, una faja de tierra que quedó descubierta por el descenso del nivel del mar a finales del período Pleistoceno (Gómez. 2008; Llabata. 2015).

El punto más frío de la última glaciación (Máximo Glacial) se alcanzó hace unos 20.000 años a.p. Una gruesa capa de hielo de entre 3.000 a 4.000 metros de altura cubrió el norte de Europa, Asia y gran parte de Norteamérica. En los trópicos la situación también cambió debido a un descenso promedio de la temperatura del planeta, la que fue igual a 7° C. El hielo en Europa cubría desde el polo norte hasta Portugal y la ciudad de Berlín. En la cueva de Cosquer (cerca de Marsella, en pleno Mediterráneo francés) se conservan pinturas rupestres de pingüinos de la especie impennis, datadas en 20.000 años a.p. En Asia en hielo llegaba hasta el sur de Ucrania (Uriarte.2003; Europa Soberana. 2013) y hasta Tokio.


Foto N° 1: Pinturas rupestres de pingüinos en cueva de Cosquer.
Fuente: http://noticiascabildoguia.blogspot.com/2009/05/el-arqueologo-frances-jean-clottes-nos.html

Respecto de las fluctuaciones del nivel de los océanos, Ortíz-Troncoso (2001) indica que en los últimos 200.000 años a.p. el nivel marino varió desde 150 metros por debajo del actual nivel y hasta 10 metros por encima de él. También se ha calculado que si se fundiera todo el hielo actualmente acumulado en los glaciales y en los polos, el nivel general de los océanos se empinaría hasta unos 78 metros por encima del actual.

El bajo nivel del mar de 12.000 años a.p. se explica debido a que por el frío reinante las precipitaciones se producían en forma de nieve, la que en zonas continentales se acumulaba en la superficie terrestre, motivo por el cual el agua que se evaporaba del mar no volvía a el a través de los ríos, sino que se era retenida formando gruesas capas de hielo, principalmente en el hemisferio norte. Los científicos coinciden en señalar que en este período los océanos descendieron 150 metros respecto del nivel actual (Ortíz-Troncoso. 2001; Uriarte.2010).

En el último Máximo Glacial el clima del planeta era más seco. Debido a ello, las selvas tropicales se convirtieron en sabanas. Sólo subsistieron reductos selváticos en las riveras de los ríos y algunas costas ecuatoriales. Los niveles de CO2 eran mucho más bajos y por tanto el aire más puro. El clima era más seco y más continental. El viento era mucho más fuerte. El 30% de la superficie terrestre estaba cubierta por hielo. En la actualidad la superficie de hielo alcanza solo al 10%, destacándose también que en los sistemas montañosos, la cota de nieves perpetuas descendió a 900 metros por debajo del nivel actual. En Norteamérica y Eurasia el 40% de las superficies continentales estaban cubiertas de permafrost (hielo y suelo congelado). La mayor parte de Europa, ubicada al sur de los límites de la capa de hielo, era tundra y estepa fría. Apenas había arbolado por encima de la línea formada por las cumbres de Europa, los Pirineos y los Alpes. En los circos de las cordilleras montañosas se formaron inmensos sistemas glaciares que, como pulpos de hielo, inundaban los valles con sus tentáculos y se expandían hacia las zonas bajas. Países como Suiza, Austria y Chile, quedaron cubiertos de hielo (Uriarte, 2010).

Una representación de la superficie de hielo alcanzada en el último Máximo Glacial se muestra en la imagen siguiente, donde sobre el planisferio actual se señala en color blanco la superficie terrestre cubierta por hielo. Lamentablemente no se especifica el nivel alcanzado por los océanos con un descenso de 150 metros respecto del nivel actual, tampoco se muestran los tipos de vegetación que existían en las zonas no cubiertas de hielo, donde, al menos la vegetación tropical tendría un color menos acentuado.


Imagen N° 1: superficie del planeta en el último Máximo Glacial (20.000 a.p.)
Fuente: http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/epipaleol-tico



VARIACIONES DEL CLIMA GLOBAL DURANTE EL HOLOCENO



La insolación en el hemisferio norte alcanzó un máximo al inicio del Holoceno. Hace 11.500 años los hielos sobre territorio europeo ya se habían derretido por completo, quedando solo una capa sobre lo que es actualmente Canadá, la que desapareció por completo hace 8.000 años a.p.. En ese período aumentó la humedad en el África sahariana y saheliana. En Asia, durante la primera mitad del Holoceno, los desiertos de Arabia y de Rajasthan conocieron también períodos mas húmedos. Estudios realizados en la cuenca marina de Cariaco, Venezuela, indican que hacia el 8.000 años a.p. los ríos que desembocaban allí eran mucho más caudalosos (Uriarte. 2010).

En el último período glacial el clima en la zona ecuatorial del planeta no tuvo presencia de hielo y fue probablemente el lugar que albergó la mayor biodiversidad en la Tierra. Una simulación de paleoclimas realizada por Coulthard et al. (2013) para la región del Sahara determinó que hace 125 mil años hubo en esa zona tres importantes ríos, los que ahora yacen secos bajo las dunas, sistema hídrico que estaba conformado también por enormes lagunas y humedales en el noreste de Libia, algunas de las cuales abarcan más de 70.000 kilómetros cuadrados ((Gubin. 2013). Destaca el río Irharthar en cuyo recorrido se encuentran numerosos sitios arqueológicos de la edad media de piedra (ver imagen siguiente).

Imagen N2° : Red hídrica del norte de África 125.000 años a.p

Fuente: http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0074834

También al comienzo del Holoceno la selva ecuatorial africana se extendió hacia el norte y hacia el sur ocupando una superficie quince veces mayor que la que tenía durante la época glacial. La selva ocupó paisajes que hoy son de sabana, como la que en esa época cubría el desierto del Sahara. Las precipitaciones y la humedad en la selva del Congo alcanzaron un máximo hace unos 9.000 años a.p. durante toda la primera parte del Holoceno, hasta el año 6.000 a.p. el clima de la selva fue mucho más húmedo que el actual (Uriarte. 2008). 

Diversos hallazgos confirman el tipo de clima existente en el norte de África: en el noroeste del Sahara se encontraron grandes yacimientos de conchas de caracoles; al sur de Argelia, en la zona de los macizos de Hoggar y del Tassili, aparecen pinturas rupestres que muestran escenas con jirafas y otros mamíferos de la sabana; en lagunas hoy desecadas al pie de estos macizos se han hallado fósiles de ranas y de cocodrilos (Uriarte. 2010).

Similares vestigios de climas pasados mucho más benignos se han encontrado en Oriente Medio. El templo de Gobekli Tepe, ubicado al sur de la actual Turquía, cerca del límite con Siria, donde en las excavaciones que se han realizado hasta la fecha, en sus piedras talladas se observan numerosas especies de animales como: gacelas, serpientes, zorros, escorpiones, jabalíes, tigres, diversas aves y un león; fue construido en su parte superior hace 12.500 años, coincidiendo con el inicio del Holoceno (Mann. 2011). Este complejo monumental se constituye en una prueba fehaciente de que a inicios del Holoceno el clima en las zonas ecuatoriales del planeta era lluvioso y con temperaturas cálidas, lo que permitía soportar una fauna diversa y abundante.

Fotos N°2 y 3: imágenes de felinos talladas en piedra. Templo de Gobekli Tepe. 11.500 años a.p.

En el mismo sentido apuntan las investigaciones realizadas por el arqueólogo bíblico Juris Zarins de la universidad de Missouri, quien basado en fotografías tomadas en 1971 por el satélite Lanzat y luego con imágenes de mayor calidad y resolución, identificó en la península arábiga las huellas de dos ríos fósiles, secos desde hace mucho, que en un punto en común se conectaban con los ríos Eufrates y Tigris, los que en la actualidad son tributarios del Golfo Persico (Cub. 2009). También Roux (2002) apunta en tal sentido cuando respecto de el Chat-el-Arab señala: “Sin embargo, este amplio y majestuoso río no existía en la antigüedad: entonces el Tigris y el Eufrates seguían sus cursos separados y desembocaban directamente en el Golfo.”

La profundidad máxima del Golfo Pérsico, el que en la actualidad es un brazo del océano Índico con el cual se comunica por el estrecho de Hormuz, no sobrepasa los 90 metros (Zamarreño, 1972). Si consideramos que la variación del nivel del mar en los últimos 20.000 años a.p. ha sido en promedio de 150 metros, entonces entre 40.000 a 12.000 años a.p. ese territorio estuvo sobre el nivel del mar, llegando a inundarse tan solo a partir del 11.500 años a.p.


Imágenes N°3 y 4 : El Golfo Pérsico al inicio del Holoceno y su evolución hasta la época actual.


                       12.000 años a.p.         Cambios Superficie Inundada
Fuente: History Channel. “Los Misterios del Jardín del Edén”; http://www.ldolphin.org/eden/

Existen registros que muestran el efecto que tuvo en algunas zonas el rápido derretimiento del hielo que hasta el 12.000 a.p. cubrían la mitad de Europa, Asia y Norteamérica. Investigaciones realizadas en sedimentos marinos del Mar Negro indican que la capa más profunda de sedimentos corresponde a un depósito uniforme, lo que da a entender que estos se acumularon de golpe. La realización de pruebas de carbono realizadas a crustáceos en la misma zona no encontraron ejemplares de más de 7.500 años de antigüedad (Mackle. 1998; Paleontología. 2013). De acuerdo a lo planteado por Méndez (1997), desde los 17.000 años a.p. - 15.000 años a.p., hasta los 7.000 años a.p., ocurrió un aumento muy rápido en el nivel del mar (cerca de 8 mm/año), situándose a unos 10 m aproximadamente por debajo del presente nivel. A partir de ese tiempo el nivel del mar fue aumentando a una tasa mas baja (1.4 mm/año), y hace 5.000 años a.p. se encontraba a 5 m por debajo del nivel actual. El nivel actual se estima que fue alcanzado entre 4.000 a 2.000 años a.p.

Un estudio realizado por Coolen y Giosan (2013) muestra que en sus inicios, hace más de 9.000 años, el Mar Negro era un pequeño lago de agua dulce, con abundancia de algas verdes. Luego de la última reconexión marina con el Mar Mediterráneo, dinoflagelados, ciertas algas y otras formas de vida tuvieron reacciones bastante pronunciadas ante el incremento gradual en la salinidad, la que aumentó rápidamente luego de 5.200 años a.p., dando lugar a una mayor población de hongos marinos y al inicio de una presencia significativa de copépodos. Una sucesión gradual de clases de fitoplancton aconteció durante un aumento de la presencia de agua dulce en el Mar Negro hace unos 2.500 años.

Los primeros cambios que dieron inicio al Holoceno comienzan a partir de los 16.000 años a.p. a 15.000 años a.p. Segun Bloom (1971) a los 14.000 años a.p., el 88% del total de las áreas glaciales se encontraban cubiertas por los hielos, 10.000 años a.p. el 50% del total de las áreas glaciales todavía se encontraban cubiertas por los hielos, y alrededor de 6.500 años a.p. ocurrió la última etapa importante de fusión de los hielos.

Además de sedimentos.

La historia de la Tierra es una sucesión de periodos fríos y cálidos, en ciclos de 23.0000, 41.000 y 100.000 años, causados por cambios periódicos en el eje de rotación del planeta y en su órbita alrededor del Sol, denominados ciclos de Milankovitch. (Gamez. 2007).

Estudios de polen en turberas han permitido determinar las etapas del Holoceno, sistema de clasificación denominado Blytt-Sernander. Este método se ha complementado con estudios dendrocronológicos. La utilización de carbono 14 ha corroborado los resultados obtenidos por el método Blytt-Sernander, el que divide al Holoceno en las siguientes cinco fases: preboreal, boreal, atlántica, sub-boreal y sub-atlántica, según se muestra en la siguiente tabla.

Tabla N°1: clasificación Blytt-Sernander
Fuente: Groen. (2008)

Un tercer método para estimar el comportamiento del clima en épocas pasadas consiste en el estudio de núcleos de hielo, método que aplicado en Groenlandia reveló fluctuaciones de frío y calor durante el interglacial actual, el Holoceno, a saber: el Período Cálido Minoico (1450-1300 a.C.), el Período Cálido Romano (250-0 a.C.), el Período Cálido Medieval (800-1100 d.C.), la Pequeña Edad de Hielo (1350-1850 d.C), y el Período Cálido Moderno (desde 1900 aproximadamente) (Rabat, 2011; Fernández, 2002; Rizzo, 2014). En la gráfica siguiente se observan las fluctuaciones de temperatura señaladas.

Gráfico N°1: Estimación de las temperaturas durante el periodo histórico basándose en los isótopos de dO18 de núcleos de hielo GISP2 de Groenlandia.

Fuente: Alley (2000)

El estudio de espeleotemas (estalactitas y estalagmitas) es un método que ha demostrado ser muy útil para la reconstrucción y caracterización de la variabilidad climática de los últimos milenios. (Chivelet et al. 2004). Su formación está directamente controlada por las oscilaciones climáticas, de manera que existe una estrecha relación entre etapas cálidas y el crecimiento espeleotémico (Martínez-Pillado, 2010).

Han sido diversas las fuentes de información que han permitido conocer el comportamiento del clima en el pasado y hasta el Holoceno, destacando la identificación de fluctuaciones climáticas, unas más duraderas y otras mas tenues, que han caracterizado este período de 20.000 años. Dichas variaciones del clima han tenido un impacto durable en la superficie del planeta. Lugares que en el pasado eran fértiles valles se convirtieron en mares, como es el caso del Mar Negro y el Golfo Pérsico; lugares que eran selvas frondosas en la actualidad son desiertos; lugares cubiertos por glaciares de más de 3.000 metros de altura con el paso del tiempo son fértiles praderas; territorios que estuvieron conectados por milenios en el presente están separados por mares y océanos; caudalosos ríos del pasado hoy se encuentran cubiertos por dunas.

La historia del ser humano ha corrido igual suerte. Construcciones de diverso tipo, desde templos a ciudades, en la actualidad se encuentran enterradas. Como testigos mudos de las características de los ecosistemas en que estaban situadas, sus murallas contienen escenas de animales diversos y de las riquezas que poseían, flora y fauna que no tiene cabida en los ecosistemas que hoy allí prosperan.

Así como se han tomado elementos de la historia de la última etapa del cenozoico en el norte de África y de Asia Menor, así también abordaremos en el siguiente capítulo la historia del Holoceno en el territorio que actualmente corresponde a la República de Chile.

VARIACIONES CLIMÁTICAS OCURRIDAS EN LA VERTIENTE OCCIDENTAL DE LOS ANDES (18° S – 56°S) DESDE EL ÚLTIMO MÁXIMO GLACIAL (20.000 años AP).

Debido a la influencia oceánica el hemisferio sur no acumuló grandes cantidades de hielo en su superficie, concentrándose estos en las zonas de mayor altitud de la Cordillera de los Andes, y en las zonas bajas más cercanas a los polos al sur del paralelo 42° S. Es probable que la influencia oceánica amortiguara los cambios intermedios que existieron desde el último Máximo Glacial, comprobados por los estudios que respaldan la secuencia Blytt-Sernander, junto con los máximos de temperatura identificados en núcleos de hielo por Alley.

Para analizar los cambios climáticos ocurridos en el Holoceno en América del Sur, se procedió a dividir el territorio de la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes en las siguientes tres zonas: Zona Norte: 18° S a 30° S.; Zona Central: de 30° S a 42° S y Zona Sur Austral: de 42° S a 56° S.

CAMBIOS CLIMÁTICOS DESDE ARICA A COQUIMBO


Zona norte de Chile 18° a 30°

El altiplano tiene una altitud promedio de 4.000 metros sobre el nivel del mar, a lo que se suma la presencia de volcanes con altitudes entre los 5.000 y los 6.000 msnm. Podemos encontrar una aproximación a la ubicación de la línea de las nieves eternas durante el Último Máximo Glacial al analizar el complejo volcánico Ampato, localizado a 70 km al NW de la ciudad de Arequipa, Perú. Este complejo está conformado por tres volcanes de 6.000 metros de altitud en promedio, y Alcalá (2007) ha determinado que la superficie que abarca su zona periglaciar, a 4.000 msnm, se localiza dentro de los territorios que estuvieron ocupados por glaciares durante el Último Máximo Glaciar ocurrido hace 20.000 años a.p.

Los estratos climáticos que actualmente existen al sur de Perú incluyen, entre otros pisos climáticos, la puna o jalca, que es un territorio que se encuentra entre los 4.000 y 5.000 msnm; su clima es frío, de escasa humedad y con precipitaciones en forma de nieve. La zona periglaciar del completo Ampato es la característica de esta zona climática. Sobre este estrato climático se encuentra la región janca o cordillera, la que situada a más de 5.000 msnm, presenta un clima extremo, frío y seco, con precipitaciones en forma de nieve. Se considera que éste piso climático es un dominio de glaciar de montaña.

De acuerdo a los datos climáticos señalados para el completo Ampato, es posible determinar que la linea de las nieves eternas del altiplano chileno, hace 20.000 años a.p. se ubicaban bajo los 3.000 msnm., lo que determina que los numerosos volcanes de esa zona estuvieran cubiertos de hielo al inicio del Holoceno. En base a la extrapolación realizada, se puede señalar también que durante la última glaciación existió una gruesa capa de hielo en la zona del altiplano, entre los 18° a 30° S, la que bajaba por la vertiente occidental de los Andes, cubriendo especialmente los valles que se dirigen al océano Pacífico. De acuerdo a lo señalado por Nuñez y Grosjean (1994), todavía no han sido obtenidas las dataciones directas de la expansión glacial en los Andes de Atacama.

Para el Cerro Pajonal, a los 22° 30’ S, se identificó la línea de equilibrio a los 4.650 m. Para el período denominado Holoceno temprano (11.000-8.500 años a.p.), en las tierras altas puneñas se identificó la formación de un paleosuelo durante este período, entre los 3.500 y 4.800 msnm., debido a condiciones cálidas y húmedas que duraron sólo 2.000 a 3.000 años, lo que indica la existencia de una densa vegetación y considerable actividad biológica. En el período 8.500-5.000 años a.p., los grandes lagos como Aguas Calientes I se secaron alrededor del 8.400 años a.p. y la formación de los suelos terminó antes de los 7.400 años a.p. (Nuñez y Grosjean. 1994)

Estos eventos indican un cambio significativo hacia condiciones más secas, con disminución de agua, vegetación y recursos faunísticos hacia el optimum thermal, más o menos por los 6.000 años a.p. Algunos asentamientos arcaicos tempranos asociados a recursos más potenciales (p.e., ríos Loa, Puripica, etc.) pudieron persistir, mientras que otros localizados en ambientes más frágiles se movilizaron dando lugar a ciertos “silencios arqueológicos” (cuencas de Atacama y Punta Negra) detectados en las secuencias regionales (Nuñez y Grosjean, 1994).

En resumen, se puede señalar que hacia fines del pleistoceno, al norte del paralelo 25° S. se produjeron aumentos en la precipitación estival principalmente, entre los 13.800 y 9.500 años a.p., con eventos menores entre los 7.500 y 6.000 y los 4.500 y 3.000 años a.p. Muchas especies de gramíneas de la estepa alto-andina descendieron hasta 1.000 msnm, hacia el margen del desierto absoluto, formando ahí una comunidad vegetal que en momentos llegó a tener una riqueza de especies entre cinco y seis veces superior que la actual (CONAMA. 2008).

Esquema N°1: Hipótesis de reconstrucción ambiental y ocupación humana en la vertiente occidental de la Puna de Atacama durante el Glacial Tardío y el Holoceno Medio (22-23° S).
Fuente: Nuñez y Grosjean. 1994

En la figura anterior se muestra que a inicios del Holoceno medio desaparecieron las condiciones que mantenían la flora y fauna al interior de la ciudad de Antofagasta. El cambio más evidente consistió en una drástica disminución de las precipitaciones en la zona, junto con una disminución de la humedad en el altiplano.

Coincidiendo con los antecedentes señalados más arriba, estudios realizados por Vargas y Ortlieb (1998) señalan que durante la transición Pleistoceno-Holoceno, en el área de Antofagasta prevalecieron condiciones caracterizadas por una pluviosidad relativamente elevada, junto con una intensificación de los vientos capaces de formar dunas. Los estudios sugieren para este período la ocurrencia, de una o más fases de mayor pluviosidad que culminaron después de los 9.400 años AP.

Cuadro N°1 : Variaciones del clima en el norte de Chile durante el Holoceno.
Fuente: Vargas y Ortlieb (1998).

A continuación se describen acontecimientos para cada período:

a) Intensificación de las precipitaciones de verano durante el tardiglacial y Holoceno Temprano, produciendo una mayor densificación de la vegetación.
b) Intensificación de las precipitaciones de verano en el borde del salar de Uyuni, Bolivia.
c) Arribo de los primeros cazadores recolectores al Altiplano de Atacama.
d) Última recarga de aguas subterráneas en la zona de San Pedro.
e) Última recarga de aguas subterráneas del Desierto de Atacama en general.
f) Período árido en el Altiplano de Atacama: Extinción del caballo americano y otros grandes animales.
g) Ausencia de registros arqueológicos: “silencio arqueológico”.
h) Disminución de la profundidad del lago Titicaca.
i) Aparece el clima actual del Altiplano de Atacama.
j) Mayores precipitaciones invernales en los Andes del Norte Chico de Chile, asociado a una mayor influencia de los vientos de esta zona, mayor sobre los 2.000 msnm que en la región costera.
k) Repetición de la intensificación de las precipitaciones descritas en j).
l) Repetición de la intensificación de las precipitaciones descritas en j).
m) Repetición de la intensificación de las precipitaciones descritas en j): coincide con el período denominado “Pequeña Edad Glacial”.

Los bosques relictos de la Cordillera de la Costa (caracterizados por especies arbóreas de mirtáceas) comenzaron a expandirse en torno a los 4.200 años a.p., principalmente debido a un aumento de la precipitación. Esta expansión fue interrumpida por una pronunciada fase árida que culminó entre 1.800 y 1.300 años a.p., tras la cual se estableció el actual clima (Villagrán e Hinojosa. 2005).

Los resultados de estudios paleoambientales realizados por Santoro et al (2011) demuestran que desde el Pleistoceno Tardío hasta el Holoceno Temprano (17.000 años a.p. a 9.500 años a.p.) el Desierto de Atacama tuvo condiciones más favorables que en la actualidad para la habitación humana. Esta situación se dio particularmente en ciertas localidades de la franja hiperárida entre 1.000 y 3.000 msm, por efecto de un alza de las precipitaciones en la precordillera.

En períodos más recientes, los habitantes de Atacama dejaron registro de la fauna existente en dicho territorio, consistente en numerosos geoglifos de llamas, alpacas, zorros, flamencos y monos.

Fotos N°4,5 y 6: Petroglifos de Yerbas Buenas, San Pedro de Atacama.


De acuerdo a antecedentes recopilados por Del Pozo (2013), hace 500 años, al inicio de la conquista española, existían en la zona norte de Chile abundantes bosques de galería y en la desembocadura de los ríos, formaciones vegetales que correspondían a los remanentes de los últimos bosques que formaban parte de la vegetación existente en el Holoceno temprano, ecosistemas que fueron eliminados para ser utilizados como combustible por la minería de plata o para despejar terrenos utilizados en la creación de ciudades.




CAMBIOS CLIMÁTICOS DESDE COQUIMBO A VALDIVIA


Zona Centro 30° a 42°


Sabemos que en el último Máximo Glacial el límite de las nieves eternas se ubicó muy por debajo del límite actual, pudiendo situarse dicha línea para los Andes Centrales de Chile alrededor de la cota 1.000 msnm. Según esta descripción, solo las zonas de Chile central marcadas en verde y amarillo en el mapa topográfico de Chile habrían quedado descubiertas de hielo. En la zona norte habría quedado descubierta de hielo la franja roja cercana y paralela a la costa.

Mapa Topográfico de Chile
De acuerdo con Mardonez et al (2005), durante la última glaciación y hasta una edad aproximada de 14.600 años a.p., al norte de los 42ºS, en todo Chile Central, la Cordillera de los Andes estaba invadida por glaciares de circo, de valle y de piedemonte, los que llegaban hasta los pies de la Cordillera de la Costa.


Los mismos autores indican que al sur de los 25° S, un registro de polen preservado en paleomadrigueras de Quebrada del Chaco (25° 30’ S) indica que la principal fase pluvial fue más temprana, entre 25.000 y 15.000 años a.p., y de lluvias invernales (vientos del oeste). La fase entre 13.800 y 9.500 años a.p. está presente, pero sólo a mayor altura (3.500 msnm).


En 1956 Schmithüsen sostuvo que los bosques subtropicales actuales de Chile (relictos de neblina, Bosque Esclerófilo y Bosque Valdiviano) tuvieron un origen común a partir de las floras neotropicales terciarias (Villagrán e Hinojosa. 2005). De acuerdo con estos mismos autores las relaciones Valdivianas generalizadas que exhibe la flora relictual del norte de Chile, sugieren su pertenencia a una comunidad antigua y con amplio rango geografico en el litoral de Chile, probablemente descendiente de los linajes terciarios que ocuparon el subtrópico de Sudamérica durante el Neógeno. Sin embargo, la fragmentación y restricción actual de la comunidad a las cimas de los cerros costeros sería una consecuencia de la desertización de los subtrópicos en el Plio-Pleistoceno, especialmente durante los repetidos interglaciales cálido - secos del Cuaternario.


Los bosques deciduos de roble (Nothofagus obliqua) y la vegetación altoandina, actualmente aislados en las cimas de la Cordillera de la Costa de la región central, serían el resultado del ascenso altitudinal postglacial de estas formaciones, las cuales habrían estado en el Valle Longitudinal durante las edades glaciales. Así lo sugiere el único registro polínico glacial publicado por Heusser en 1990, tomado de Laguna de Tagua Tagua (34° 30’S). Este registro documenta una vegetación dominada por Nothofagus y Coníferas, entre 43.000 y 10.000 años a.p., en contraste con la vegetación más árida y dominada por herbáceas que caracteriza al Holoceno de Chile Central (Villagrán e Hinojosa. 2005).
Fuente: Armesto et al. 1994
Según lo señalado por Armesto et al. (1994) durante la glaciación, los bosques templados se restringieron a laderas protegidas de la Cordillera de la Costa, especialmente entre los 37° y los 40° Sur. Esta área correspondería a la región donde hoy se encuentra la mayor diversidad de tipos de bosques.

Según los mismos autores, el área de refugio más importante se encuentra en la Cordillera de Nahuelbuta y sectores costeros, entre los 37°- 39°S. La distribución actual de especies y géneros endémicos da cuenta de las áreas donde el bosque sobrevivió las eras glaciales. (ver gráfico a la derecha)


Al finalizar la última glaciación, hace unos 10.000 a 12.000 años a.p., el bosque templado se expandió progresivamente a partir de los refugios glaciales hasta ocupar los rangos distribucionales actuales. La dirección de esta dinámica de expansión de los bosques fue desde Chile centro-sur hasta la Tierra del Fuego, y desde la costa a la Cordillera de Los Andes. Este proceso de expansión ha sido especialmente activo en los últimos 2.000 a 3.000 años. (Armesto et al, 1994).


Entre los registros mejor conocidos en Chile central se encuentra el estudio paleopalinológico de Tagua Tagua (34° 30’S). Este es uno de los pocos registros paleoecológicos continentales en Chile que abarca más de 50.000 años de manera continua. Destaca la presencia de polen de Nothofagus tipo dombeyi y N. tipo oblicua entre 50.000 y 35.000 años a.p. y 28.000 y 11.500 años a.p. Esto sugiere condiciones considerablemente más frías y húmedas que las actuales, contrastando con los lapsos entre 35.000 y 28.000 años a.p. y los últimos 10.500 años, en los cuales disminuyen los taxa arbóreos, siendo reemplazados por quenopodiáceas y gramíneas (CONAMA. 2005)


De acuerdo con lo señalado por CONAMA (2005), en base a los trabajos de varios autores, es posible distinguir fluctuaciones climáticas para el sector de laguna de Aculeo, a saber:
  1. Una fase de aridez severa (con ausencia de polen y presencia de evaporitas) ha sido documentada entre más de 7.500 y 5.700 años a.p.
  2. Un aumento paulatino de la humedad ocurrió a partir de los 5.700 años a.p., con aparición de taxa arbóreos y acuáticos.
  3. El registro indica que el clima mediterráneo actual fue establecido en torno a los 3.200 años a.p., momento en el cual el lago llega a su nivel actual. Sin embargo, este período además está caracterizado por fluctuaciones fuertes y persistentes tanto en la sedimentología como en el influjo (la tasa de acumulación) de polen atribuidos a grandes eventos de El Niño.



CAMBIOS CLIMÁTICOS DESDE VALDIVIA AL SUR


Zona Austral 42° a 56°

Durante la última glaciación y hasta una edad aproximada de 14.600 años a.p., entre los 42ºS y el extremo sur, extensos campos de hielo cubrían la mayor parte del relieve andino. La deglaciación de la Cordillera Andina Austral se habría iniciado aproximadamente a los 13.500 años a.p. (Mardonez. 2011; Armesto et al, 1994). De acuerdo con los antecedentes provistos por Alley (2000) y Groen (2008), este retroceso de los hielos no fue uniforme ni constante. Efectivamente, un estudio realizado por Mardones et al (2011) en los glaciares de la cuenca del río Blanco (Región de Aisén, Chile), concluyó que estos sufrieron reavances y retrocesos durante el Holoceno. Para el lago Elizalde se constató dos pulsaciones glaciares datadas en una edad entre 10.700 años a.p. a 10.480 años a.p.

Para esta zona del país, Villagrán e Hinojosa. (2005) identifican varias etapas desde el último Máximo Glacial, a saber:

Entre 29.400 y 14.450 años a.p.: De acuerdo a los antecedentes glaciológicos del último ciclo, las Regiones Aisén y Magallanes, Chiloé continental, NE y sur de la Isla Grande y las islas aledañas y los Andes de Chile central-sur fueron devastados por glaciares durante el período tardío de la última glaciación, denominada Llanquihue (GLL), De estos antecedentes se desprende que alrededor de dos tercios de la actual superficie de bosques del sur de Sudamérica fue devastada por glaciares, los cuales afectaron directamente la distribución de los bosques templado-lluviosos al sur de 43° S, como asimismo la de los bosques andinos de la Región de Los Lagos y la vegetación altoandina de Chile central -sur.

Entre 14.000 a 8.300 años a.p.: Numerosos registros polínicos de la costa oriental de Chiloé, documentan la rápida colonización y expansión del Bosque Nordpatagónico con dosel cerrado de Nothofagus, Coníferas y Mirtáceas, siguiendo el colapso de los glaciares piedemontes, Durante este mismo lapso se registra el inicio de la colonización de la vegetación en las áreas glaciadas del sur de la Isla Grande. Sincrónicamente, se observa el ascenso altitudinal de las tundras, documentado en el registro Pichihué de las cimas de la Cordillera de Piuchué, y su expansión hacia los Andes, documentado en los registros Chaitén y Cuesta Moraga de Chiloé Continental.

Entre 8.300 y 5.800 años a.p.: La presencia de Tineo ( Weinmannia trichosperma Cav.) en el bosque Nordpatagónico es un indicio de un clima más cálido presente a inicios del Holoceno. La presencia de ulmo (Eucryphia cordifolia Cav.) en este tipo de bosque. es también un indicador de mejores condiciones climáticas. Durante el Holoceno medio y tardío, se instauran gradualmente las condiciones modernas, algo más frías y lluviosas que en el lapso anterior, a juzgar por la mezcla de elementos valdivianos y nordpatagónicos que muestran los registros (Villagrán e Hinojosa. 2005).

De acuerdo con CONAMA (2005), diversos estudios de registros polínicos para la X Región, realizados por Moreno (1997, 2000, 2004) y Moreno et al. (2001), han determinado que entre 24.000 y 17.700 años a.p. existían condiciones glaciales extremas en esa región. En torno a los 17.700 años a.p. comenzó la deglaciación, con la llegada del bosque norpatagónico. Luego, la llegada de taxa resistentes a condiciones más húmedas y frías ocurrió en torno a los 15.000 y 13.500 años a.p..

El período más cálido y seco fue marcado por una abrupta expansión de taxa valdivianos en la zona, en particular Eucryphia/Caldcluvia seguido por un clima más húmedo y frío entre los 7.500 y 5.500 años a.p. y el establecimiento del mosaico actual de bosque mixto norpatagónico/ valdiviano a partir de los 5.000 años a.p. En la XI Región la vegetación muestra cambios mucho menos pronunciados. La llegada del bosque se produjo en torno a los 17.500 años a.p. seguido por cambios mucho menores en cuanto a cobertura y dinámica de recambios (CONAMA. 2005)

Los estudios efectuados en el sitio arqueológico Monte Verde, X Región, han demostrado que entre 14.220 a 13.980 años a.p., existían comunidades que habitaban en esa zona, fecha anterior a la determinadas por las teorías aceptadas respecto del poblamiento de América. (Dillahey et al. 1998; Dillehay. 2008).




RESULTADOS

En el período contemplado para los últimos 13.000 años a.p. se han producido períodos aumentos y caídas de las temperaturas que han durado siglos y milenios, lo que ha quedado reflejado en avances y retrocesos de los glaciares, en las muestras de sedimentos de océanos y mares; en los registros de polen tomados en turberas y en madrigueras de roedores. El incremento de la temperatura durante los últimos 20.000 años a.p. no ha sido lineal, habiéndose constatado diversos períodos fríos y cálidos durante los últimos 12.000 años a.p.

La información disponible permite constatar que los períodos de cambios de temperaturas que se ha definido en base a información obtenida en el hemisferio norte, especialmente la clasificación denominada Blytt-Sernander, la que tiene gran coincidencia con los períodos determinados por Vargas y Ortlieb. La escasez de trabajos disponibles ha dificultado la identificación de períodos similares en Chile con aquellos señalados por Alley para los últimos 2.000 años d.C. Una mención al respecto realizan Vargas y Ortlieb (1998) con relación a la etapa m denominada Pequeña Edad Glacial.

Cuadro N°2: Comparación método Blytt- Sermander y Vargas y Ortlieb


Fuente: elaboración propia.

La gráfica anterior muestra coincidencia entre lo ocurrido en el hemisferio norte y en la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes, del paralelo 18° S, en las siguientes fechas: 15.000 años a.p., 11.000 años a.p., 7.700 años a.p., 3.700 años a.p.y 1.800 años a.p. Se observa que no existe una correspondencia exacta entre ambas distribución de rangos climáticos en la finalización de las etapas, lo que ratifica que corresponden a fenómenos de alcance global.

La actividad científica a través de diversos métodos y utilizando información provenientes de numerosas fuentes ha logrado mostrarnos con certeza las variaciones climáticas que ha sufrido y sufre el planeta, generando cambios en la distribución de los ecosistemas y de las especies que los conforman en toda su superficie. El resultado de numerosas investigaciones muestran que zonas que en la actualidad son desiertos en épocas pretéritas han estado cubiertos de densa vegetación; zonas donde en la actualidad existen océanos han sido fértiles valles; en lugares que en el pasado han estado cubiertos de gruesas capas de hielo en la actualidad es posible encontrar densos bosques.

Es evidente que la temperatura del planeta se ha incrementado desde que desaparecieron las gruesas capas de hielo que cubrían gran parte del hemisferio norte hasta hace 12.000 años a.p. aproximadamente. También ha ascendido el nivel de los mares, cambiando el clima local en numerosos territorios. Desde el último Máximo Glacial se han generado mejores condiciones para la vida humana, sobre todo en el hemisferio norte, proceso que ha sido gradual, permitiendo que durante miles de años. la flora y fauna se adapte a las condiciones cambiantes. En otras zonas se ha producido una constante aridización que explica el déficit de agua constatable en la actualidad.

Hallazgos arqueológicos efectuados en Globekly Tepe (Turquía) y Monte Verde (Chile) señalan que en los períodos más extremos que se han dado en cada glaciación, han subsistido zonas con abundante flora y fauna que no fueron afectadas por los hielos, donde, desde tiempos muy anteriores al inicio del Holoceno, se mantuvo y ha evolucionado el hombre primitivo. Estos territorios corresponden a los trópicos y ambientes costeros cercanos a las zonas tropicales. Es probable que la interpretación de la historia haya estado muy influida por la presencia de hielo en Europa, Asia y Norteamérica, como también por la presencia de desiertos en zonas que durante el último Máximo Glacial fueron selvas y lugares con vegetación abundante.

Los cambios ocurridos en clima muestran un incremento en las temperaturas medias del planeta, lo que para amplias zonas del planeta explica la larga presencia de un “proceso de aridización”, lo que ha generado cambios en la disponibilidad de agua, generando sequías; el avance de los desiertos; en la disminución de la capacidad de adaptación de algunas especies de animales y vegetales. Los casos más evidentes corresponden a las especies del ártico, como focas y osos polares, los que están perdiendo su hábitat natural.


CONCLUSIONES


1. El cambio climático es un fenómeno de larga data que puede ser interpretado a partir de las glaciaciones que han afectado el planeta, el que también está vinculado con períodos más cálidos o más fríos que se han presentado dentro de cada época glacial. La temperatura del planeta no varía de forma lineal, sino que está sujeta a permanentes fluctuaciones que duran sobre los 20.000 años y también fluctuaciones menores que abarcan algunos cientos o miles de años.


2. Los cambios de temperatura que han afectado a la tierra, sean aquellos de largo plazo (superiores a los 20.000 años) o de duración intermedia (cientos o varios miles de años), afectan todos los rincones del planeta, siendo más intensos en aquellas zonas de mayor continentalidad.


3. La antigüedad de sitios arqueológicos como Gobekli Tepe y Monte Verde, ubicados en zonas que no fueron afectadas por los hielos en la última glaciación, muestran que el Homo Sapiens que se refugió en los territorios más templados del planeta, logró un desarrollo como especie mucho mayor que aquel logrado por sus congéneres que habitaron sectores más cercanos a las masas de frío glacial.


4. En los últimos 12.000 años la vertiente occidental de la Cordillera de Los Andes ha sufrido una permanente y sostenida perdida de agua, la que comenzó con una disminución de la superficie de glaciares llegando a la pérdida total de éstos en la zona norte. La disminución de precipitaciones generó una consecuente disminución del tamaño de los lagos, junto con un déficit en la recarga de la napa freática y del caudal de los ríos, proceso que continúa y sigue agudizándose en el presente..


5. La aridización de la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes ha impactado en la eliminación de ecosistemas completos, en la degradación de la biodiversidad a través de la pérdida de especies de flora y fauna, del retroceso de especies vegetales hacia sectores más húmedos, las que en los lugares más áridos es posible encontrar solo bajo la forma de relictos. Todos estos procesos naturales persisten en la actualidad.


6. La disminución de las emisiones de CO2 ralentiza la velocidad de los cambios en el clima actual. Este esfuerzo debería ser parte de una estrategia más global que involucre recuperación de bosques (captura de CO2 y menor T° del suelo) y disminución de las emisiones netas de energía a la atmósfera (albedo). Es muy probable que la deforestación y la degradación de bosques nativos esté influyendo negativamente en la capacidad de regulación de carbono que tiene el planeta.


El cambio climático no es un fenómeno nuevo
y explica la aridización de numerosos lugares.
Sin embargo, la pérdida de agua y biodiversidad
ha sido una constante en toda la historia de la humanidad.
Para restablecer el equilibrio perdido es necesario
trabajar en diversas direcciones simultáneamente.

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


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